La senda del camaleón es el título de mi último poemario.
"Al contrario de los que algunos creen, los camaleones no son incoloros, ni mudan de color sólo de acuerdo con el ambiente; en realidad, el cambio de su color básico expresa más a menudo una condición fisiológica, relacionada con la temperatura... o psicológica"
FINAL IMAGINADO
Visión insaciable que se repite
con la insistencia de estas gotas al caer.
Por qué pensar en perderte cuando
tu voz asciende cada día por mi oído
hasta quedar brotando como un eco en mi cabeza...
Nana que me acunas. Necesito esta canción
que compones para mí cada día.
¿Por qué la desazón y el vacío?
¿Por qué imaginar esta casa desolada,
mi cuerpo inerte en el sofá
tras la ventana que te ve marchar?
Ojos que navegáis por la Estigia,
aún no es el momento de ver a Caronte,
aún está su barca varada para mí
porque... yo sigo teniendo
su cuerpo frente al mío
sus ojos en mi boca
sus manos en mi espalda.
(Del apartado 'Negro')
Visión insaciable que se repite
con la insistencia de estas gotas al caer.
Por qué pensar en perderte cuando
tu voz asciende cada día por mi oído
hasta quedar brotando como un eco en mi cabeza...
Nana que me acunas. Necesito esta canción
que compones para mí cada día.
¿Por qué la desazón y el vacío?
¿Por qué imaginar esta casa desolada,
mi cuerpo inerte en el sofá
tras la ventana que te ve marchar?
Ojos que navegáis por la Estigia,
aún no es el momento de ver a Caronte,
aún está su barca varada para mí
porque... yo sigo teniendo
su cuerpo frente al mío
sus ojos en mi boca
sus manos en mi espalda.
(Del apartado 'Negro')
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Ocre es el color de la arena
que se entrega rendida a mi pies.
Me mortifica su recuerdo de días de verano,
y sus granos se adhieren prolongando el olvido
de los caminos transitados en la infancia.
Ocre es el color del desierto,
dunas que oscilan la pétrea cultura
de los nómadas,
huellas enajenadas al vaivén de los vientos.
Ocre se torna el camino, a esta hora del día,
endiablado entramado que castiga la sien
con el anhelo de las tardes de mar apasionado,
de mar como balsa acogedora:
canción de cuna que, despiadada, sobrevive
en las caídas de sol, como la de esta tarde.
(Del apartado 'Naranja)
VOLVIENDO DE LA CIUDAD
Desde el tren, te contemplo alejándote
Regresar así, mirándote,
es como ir perdiéndote poco a poco
sin nunca llegar a olvidarte.
Porque mis ojos te siguen observando
sabiendo que existes allí,
en la lejanía kilométrica;
y en el camino inverso,
empezarás a dibujarte
altiva,
hasta que el tren ansioso
deforme tu figura
entrando en ti.
Me mortifica su recuerdo de días de verano,
y sus granos se adhieren prolongando el olvido
de los caminos transitados en la infancia.
Ocre es el color del desierto,
dunas que oscilan la pétrea cultura
de los nómadas,
huellas enajenadas al vaivén de los vientos.
Ocre se torna el camino, a esta hora del día,
endiablado entramado que castiga la sien
con el anhelo de las tardes de mar apasionado,
de mar como balsa acogedora:
canción de cuna que, despiadada, sobrevive
en las caídas de sol, como la de esta tarde.
(Del apartado 'Naranja)
VOLVIENDO DE LA CIUDAD
Desde el tren, te contemplo alejándote
Regresar así, mirándote,
es como ir perdiéndote poco a poco
sin nunca llegar a olvidarte.
Porque mis ojos te siguen observando
sabiendo que existes allí,
en la lejanía kilométrica;
y en el camino inverso,
empezarás a dibujarte
altiva,
hasta que el tren ansioso
deforme tu figura
entrando en ti.
(Del apartado 'Rojo')
_______________________
Aprovechar los segundos de luz
que me brindan los días como hoy
olvidarme del insólito páramo de niebla
en que me sumerjo,
mirar al frente sacudiendo los segundos de pereza
asir los recuerdos sin cegarnos por los destellos del pasado
apartar las nubes como si retiráramos el pelo de nuestros ojos
como cuando acallamos el despertador de las siete.
Arrastrarnos, pegar las manos al suelo,
si es necesario,
y despegar, caminar aun doliendo la tierra que arrasamos
con nuestros pies.
Escuchar aun pensando que hemos escuchado todo
y mirar, porque sabemos que nuestros ojos se alimentan
de los prados, de los árboles, de los niños, de las sonrisas
de los besos que robamos a las parejas,
de los segundos de luz
que nos pueden brindar los días como hoy.
(Del apartado 'Blanco')
Editado por ACP - Asociación Cultural Poesía en la Red.
Precio: 10 euros previo ingreso en caja o 10 euros más gastos de envío si lo solicitas contrarreembolso.
Solicítalo en info@cristinaarroyo.com si quieres el ejemplar firmado o en
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Aprovechar los segundos de luz
que me brindan los días como hoy
olvidarme del insólito páramo de niebla
en que me sumerjo,
mirar al frente sacudiendo los segundos de pereza
asir los recuerdos sin cegarnos por los destellos del pasado
apartar las nubes como si retiráramos el pelo de nuestros ojos
como cuando acallamos el despertador de las siete.
Arrastrarnos, pegar las manos al suelo,
si es necesario,
y despegar, caminar aun doliendo la tierra que arrasamos
con nuestros pies.
Escuchar aun pensando que hemos escuchado todo
y mirar, porque sabemos que nuestros ojos se alimentan
de los prados, de los árboles, de los niños, de las sonrisas
de los besos que robamos a las parejas,
de los segundos de luz
que nos pueden brindar los días como hoy.
(Del apartado 'Blanco')
Editado por ACP - Asociación Cultural Poesía en la Red.
Precio: 10 euros previo ingreso en caja o 10 euros más gastos de envío si lo solicitas contrarreembolso.
Solicítalo en info@cristinaarroyo.com si quieres el ejemplar firmado o en